Por Sheilla Cohen.

Desde su origen, este evento ha promovido la accesibilidad y democratización en la escena del arte a través de la exposición de artistas emergentes o carentes de representación. En este sentido, el concepto de esta feria de arte está hecho por y para artistas dónde ellos son los protagonistas y no las galerías.

Este formato ofrece un acercamiento más directo, una experiencia más íntima para que el público pueda establecer una participación más activa y una interacción directa con los artistas, sin necesidad de un intermediario. Si este proyecto poco convencional organizado por la galería de arte Casa Equis y Grupo Ache se presentaba como una propuesta alternativa a las ferias tradicionales al salirse del marco de la semana del arte descentralizando de esta manera tanto la temporalidad como los espacios que nos han acostumbrado las ferias de arte tradicionales.

Después del éxito que obtuvo en su primera edición FAIN (Feria de Arte Independiente) celebrará su segunda edición en una modalidad novedosa y más cercana a la esencia del proyecto. En esta ocasión, y debido a los protocolos de sanidad que impiden aglomeraciones, se podrán visitar 11 estudios de 29 artistas seleccionados por el jurado encabezado por la galerista Karen Huber, la curadora Paola Jasso , el artista Alex Romero y el coleccionista Bernardo Saenger en las colonias Centro, Condesa, Nápoles, Roma, San Miguel Chapultepec y San Rafael de la Ciudad de México. De tal manera, ésta edición ofrece tener una experiencia más íntima con los artistas en sus estudios, pudiéndose adentrarse a su universo creativo.

Platicamos con Diego Beyró (1984, Buenos Aires, Argentina) artista, emprendedor, además de cofundador y director de la galería de arte Casa Equis y FAIN para que nos cuenta más acerca de esta segunda edición.

 ¿Cómo surgió la idea de crear una feria de arte independiente hecha por y para artistas sin ningún intermediario?

FAIN es como la extensión de Casa Equis en versión feria. La galería nace como un «artist run space» ya que Carleti y yo (Diego) somos artistas. Con la experiencia de Casa Equis en los openings y en las residencias en donde se generaba un contacto muy directo entre artistas y el público, entendimos lo importante que es profundizar estos vínculos más estrechos y ofreciendo una dinámica más descontracturada. 

A diferencia de otras ferias, los artistas son los protagonistas y no las galerías. ¿Cuáles beneficios les ofrecen como feria de arte?

Para participar de las ferias tradicionales hay que ser representado por una galería. La mayoría de los artistas emergentes carecen de esta representación. Para aplicar a FAIN sólo hay que enviar una propuesta, esto no tiene costo ni requisitos de curriculum. Y en caso de ser seleccionados tampoco tienen que pagar para participar.  Para el público el beneficio es que irán a la feria y en vez de hablar con un galerista van a hablar con el mismo artista ya que estará junto a sus obras en todo momento. Y será una dinámica cálida y amable.

¿Qué tanto éxito tuvo la primera edición para que haya una segunda?

A la gente le encantó la propuesta y aprendieron una manera distinta y menos pretenciosa de acercarse al arte. El 75% de los artistas participantes vendió al menos una obra. Y los que no vendieron lograron muchísima visibilidad. Fue un ganar para todos.

A pesar del sombrío panorama cultural que enfrenta nuestro país como los recortes de presupuestos al sector de arte y cultura, la desaparición de fideicomisos y el hecho de que ferias y exposiciones en museos y galerías de arte se hayan postergado, ustedes van por su segunda edición. ¿Cómo le hicieron para sacar adelante este proyecto ante todas estas vicisitudes?

Ante la pandemia consideramos la posibilidad de cancelar y postergar el evento o de hacer una versión 100% digital. Afortunadamente no tomamos ninguna de estas opciones sino que decidimos cambiar el formato y en vez de hacer un evento en un foro o venue, convertimos la feria en un recorrido por los estudios de los artistas. De esta manera nos permitimos dispersar mucho los visitantes y controlar con un número muy reducido de asistentes simultáneos por espacio que serán aproximadamente unos 10 dependiendo la superficie y ventilación de los estudios. Sin darnos cuenta logramos algo que es incluso mejor que el primer año; ya que ahora no sólo podrás platicar con el artista, sino que lo harás en su entorno más íntimo de creación.

Ante la pandemia éste año optaron por hacer la feria de una modalidad distinta, en vez de hacer un evento masivo, crearon un programa para visitar los estudios de los artistas seleccionados. ¿Me puedes contar un poco de la dinámica y logística del recorrido?

Retomando lo anterior, quedaron 29 artistas seleccionados. Y estos están distribuidos en 11 talleres. En cada taller se encontrará el artista anfitrión y uno o más artistas invitados. De manera de que en cada lugar podremos ver a 2 o hasta 5 artistas. Esta dinámica nos permitió poder seleccionar a artistas que no cuenten con taller o que sean de fuera de la CDMX. El fin de semana de FAIN los visitantes podrán ir a su ritmo y por su cuenta visitando los talleres. Habrá un boleto simple que incluirá un estudio y otro completo con acceso a libre.

¿Cuáles serán los protocolos de sanidad que se llevarán acabo para salvaguardar la salud de los visitantes?

Dependiendo la superficie y ventilación de los espacios se delimitará un número máximo de visitantes en simultáneo. En un aproximado de 10 personas. Eso quiere decir que si llegas a un estudio y ya hay 10 personas adentro, podrás esperar a que alguien se retire. Tendremos tiempo sugerido por espacio y en la puerta alguien tomará la temperatura y brindará gel antibacterial. El uso de tapaboca será obligatorio en todos los espacios.

El jurado esta compuesto por la galerista Karen Huber, la curadora Paola Jasso , el artista Alex Romero y el coleccionista Bernardo Saenger. ¿Cómo le hicieron para integrar ese equipo interdisciplinario?

Como feria nos gusta poder ofrecer diversidad para el público y no tener una inclinación por un estilo. Por eso buscamos un jurado heterogéneo que nos brinde riqueza en variedad manteniendo calidad.

¿Cuáles fueron los criterios del jurado para seleccionar a los 29 artistas que estarán presentes en la segunda edición?

La premisa y el punto de partida es que la obra tiene que ser sólida  y con una coherencia en la propuesta. Primero se hizo una votación con calificaciones numéricas de los aplicantes. Luego se armó un debate para platicar sobre los mejores calificados y decidir quienes participarían. También buscando que haya un balance en técnicas, temáticas, género, etc. De hecho si bien la idea era quedarse con 10 espacios y un total de 20 artistas, decidieron hacerlo crecer un poco y terminar con un total de 29 artistas.

La idea de visitar los estudios es una oportunidad para tener un acercamiento más íntimo y directo con los artistas y su estudio como si pudiéramos adentrarnos por un breve momento a su pequeño universo. ¿Qué podemos esperar de esta experiencia?

Una experiencia totalmente auténtica. Muy distinto a visitar una galería, un museo y nada que ver con visitar una feria. De hecho será muy distinto al FAIN del año pasado. Cambiar un espacio neutro por un espacio habitado, hará toda la diferencia. Mi recomendación es que no se lo pierdan porque acá lo que vale es la experiencia de estar ahí y vivirlo.

¿Qué me puedes contar acerca de la obra y práctica de los artistas que seleccionaron el jurado?

Como te comentaba, hay mucha variedad en las maneras de abordar los proyectos de cada artista. Y eso fue algo intencional del jurado para ofrecer riqueza y diversidad.


Las fechas de la feria son muy cercanas a navidad lo cual es muy buena opción de compra para un regalo a familiares, amigos, etc. ¿Fue ese el motivo por el cual escogieron finales de noviembre para hacer la feria o por qué no lo hicieron dentro del marco de la semana del arte?

La semana del arte está sobresaturada. Nos propusimos sembrar otro momento del año para tener un evento de arte. Ojalá que más proyectos se sumen y podamos generar un nuevo polo y desaturar un poco a febrero. Nos concentramos en un público local, en nuevos coleccionistas y en algunos establecidos que buscan oportunidades de inversión frescas. La cercanía con la navidad nos ayuda mucho y somos conscientes de eso. Los precios accesibles permiten que sea una opción para regalar, y como se dio mucho el año pasado, también para autoregalarse.


Tengo entendido que el rango de precios es muy asequible lo que permite que los coleccionistas jóvenes adquieran piezas. ¿Cómo convencerlos de que el arte lo vean como una inversión?

Todo está por debajo de los 60 mil pesos + iva y este año innovamos con otra norma: todos los artistas tendrán al menos una pieza de menos de 5 mil pesos. Esto último lo hace algo realmente accesible. Todos los artistas que hoy cuestan millones, en algún momento costaron unos pocos miles. Todos los artistas que hoy son mega reconocidos, en algún momento fueron emergentes. La inversión se basa en confiar en las decisiones del jurado, en la seriedad de la feria y en el ojo del comprador.

Mi consejo a la hora de comprar arte emergente es que se haga sin tanta especulación, comprar arte es enriquecer la cultura personal y colectiva, es un acto tremendamente poderoso a nivel social. Si en unos años termina siendo una inversión redituable, pues mejor para comprar más arte.

Durante la pandemia, la comunidad artística se ha apoyado y unificado más que nunca, ¿cuál ha sido tu experiencia personal como artista y gestor cultural?

Aprendí que no importa lo que pase, siempre hay espacios de decisión. Hubiera preferido que no exista la pandemia pero eso es algo que está fuera de mi control. Puedo controlar qué hacer y cómo reaccionar. Esta toma de consciencia trajo cosas muy positivas para Casa Equis y para FAIN. Nos adaptamos muy bien y estamos creciendo incluso más que antes.

FAIN (Feria de Arte Independiente)

Fechas: 27-28-29 de noviembre del 2020.

Puedes comprar los boletos en:

https://fainferia.com/