Por Sheilla Cohen.
A través del dibujo, la pintura y las letras, Carri Fernanda (Ciudad de México, 1995) ha encontrado su propia voz como artista plástica plasmando sus emociones y pensamientos de manera confesional y terapéutica, demostrándonos como el arte tiene la capacidad de sanar las heridas más profundas del pasado. A sus veinticinco años, la artista plástica, es también co-fundadora y curadora de Casa Pixan, una plataforma de consultoría y exposición de arte que acaba de tener su segunda edición en el marco de la semana del arte.
Por si fuera poco, esta joven promesa que pareciera estar en todos lados, ha sido la primera mexicana en exponer en The Elizabeth Collective en Nueva York, la antigua casa de la diseñadora Elizabeth Taylor. Y recientemente lanzó su revista Many Realities, una publicación que pretende mostrar las diferentes facetas del mundo del arte.
La mayoría de tu obra es un retrato autobiográfico extremadamente íntimo de tus emociones y pensamientos. ¿Qué sucedió en tu vida para querer convertirte en artista plástica?
La verdad en un momento no sentí que tuviera opción. Hace 6 años me encontraba en un contexto bastante oscuro donde era difícil lograr ver “la luz”. Decidí empezar a escribir y pocas semanas después encontré un terapeuta. Me sentía mejor por el simple hecho de procesar la situación, pero de alguna manera no era suficiente.
Para mi fortuna, un día me topé con el arte de Louise Bourgeois y lo primero que pensé fue “¿Una artista mujer generó obras tan íntimas?” Ese mismo día empecé a transmitir mis escritos en obras y después de un año hice mi primera exposición. Conforme pasaron las semanas y los meses me di cuenta que ya no podía vivir sin dibujar.
¿Qué diferencia hay entre Carri (tú nombre artístico) y Fernanda Carrillo?
Siento que al principio estaban muy separadas. Fernanda era mala expresando sus emociones, mientras Carri podía decirte todo con una hoja y un estilógrafo. Fernanda era una persona tímida con poco interés de conocer nuevas personas, mientras Carri en una exposición podía hablar con quien estuviera enfrente.
Pero lo más agradable ha sido ver ambas personalidades combinarse. Cada vez noto menos diferencia entre una y otra. Creo que de alguna manera “Carri” tuvo que nacer para sacar mis virtudes y enseñarme más de mi misma. ¿Suena raro?
Si escogerías una frase que te definiera, ¿cuál sería?
“I am not what I am, I am what I do with my hands…” Louise Bourgeois.
Tienes cientos de cuadernos con anotaciones. ¿De qué manera estas notas influyen tu obra?
No existiría una sin la otra. Mis cuadros nacen de experiencias personales y altas emociones. Es importante para mi poder procesarlas explicándolas en escrito para después poder representarlas en obras. En esta alquimia de “escrito” a “obra” tengo que sacar lo aprendido. Esta transformación de “escenario negativo” a “posibilidad /aprendizaje” es mi principal fuente de inspiración.
Consideras tu obra como arte confesional que posteriormente se convirtió en una limpieza visual y técnica. ¿Alguna vez has pensado escribir un libro acerca de tus experiencias?
No puedo evitar sonreír con esta pregunta… Siempre ha sido un secreto el deseo de poder escribir un libro. En el fondo siento que es la principal razón por la que todavía guardo mis cuadernos.
Hablando de literatura, ¿cuáles son tus libros de cabecera?
- “This is my beloved” de Walter Benton
- Haruki Murakami, pero no todos solamente “1Q84” y “Kafka in the shore”
- “A moveable feast” de Ernest Hemingway
- “Art and Fear” de David B y Ted Orlando
- “Por qué importa la arquitectura” de Paul Goldberger
- “Eat Pray Love” de Elizabeth Gilbert (no me juzguen por la película que es pésima)
- “Flow” de Mihaly Csikszentmihalyi
En el arte y las palabras encontraste una manera de canalizar y sublimar tus emociones. En ese sentido, ¿consideras que el arte tienen la capacidad de sanar heridas del pasado?
¡Definitivamente! La idea de que la expresión creativa puede hacer una contribución poderosa al proceso de curación lo podemos ver en diferentes culturas. A lo largo de la historia, las personas han utilizado dibujos, historias, bailes y cantos como “rituales” de curación.
Creo que es esencial jugar con diferentes expresiones para encontrar tus propias herramientas. Pero, aunque sea un buen cacho del pastel, no lo es todo. En nuestros círculos –familiares, educativos, etc.– es raro que te expliquen de inteligencia emocional, psicología ó estados “mindfulness”. Es importante querer ser mejor.
En tus primeras obras dibujabas muchos cáctuses. ¿Qué simbolizan estas plantas?
Realmente mis cactáceas no son mis primeras obras pero sí definitivamente las más reconocidas. Para mi las cactáceas son un símbolo de resiliencia. Es una carta de cariño a todas las personas que se sienten solas o diferentes y recordarles la fuerza que tienen dentro de si.
¿Cuál es el mensaje que buscas transmitir a través de tu obra?
Mi intención siempre ha sido generar conversaciones nuevas e íntimas dentro de uno. Siento que falta más arte que nos enfrente a nosotros mismos.
Recientemente expusiste Faces of My Voice tu tercera exhibición y una de las más íntimas hasta el momento, en nada más y nada menos, que Elizabeth Collective, Nueva York. ¿Cómo conseguiste esa oportunidad y qué sentiste al haber tenido la oportunidad de exponer tu obra fuera de México?
La exposición se dio gracias a mi agencia de PR “We the cool”. Me consiguieron dos pisos de Elizabeth Collective por dos meses y al parecer fui la primera mexicana en exponer en ese espacio. Ciertamente fue complicado el proceso de transporte e instalación, pero valió la pena por la bienvenida tan cálida que tuvo el público con mi obra. Sigo sin creerme que hubieron personas que se acercaron a mi llorando porque se sintieron identificadas con ciertas piezas.
Además de artista, eres co-fundadora y curadora de Casa Pixán, un proyecto mexicano de consultoría y exposición de arte. Cuéntame, ¿cómo surgió esta plataforma?
Es chistoso, en realidad Pixan resultó por un proyecto fallido. Yo era la curadora y artista de una gran exposición e invité a Mateo (a quien no conocía en persona) a participar. Después de semanas de retraso por los inversionistas, se decide que el proyecto cae y ese mismo día Mateo me dice: “¿por qué no hacemos una exposición tú y yo?”. Esas palabras fueron el inicio de muchos meses de trabajo y el resultado, puedo decir, considero más que fructífero. Mateo y yo hemos creado una plataforma de arte en la que realmente creemos y cada vez se hace más grande.
Acaban de presentar su segunda exposición. ¿Cuál fue la recepción del público?
Respecto a la inauguración te puedo contestar con tres palabras: No se podía caminar. El resto del mes y medio que estuvo Pixan recibimos todo tipo de personas, muchas las cuales dijeron que fue lo mejor de la semana de arte. ¡Sigo sin poder creerlo! Creo que el éxito de Pixan tiene que ver con tres factores: el primero, el talento de los artistas.
Contamos con más de 20 artistas de diferentes partes del mundo, equilibrado entre hombres y mujeres. El segundo, elegimos espacios arquitectónicos que consideremos tengan “alma”. El tercero, es un espacio artístico-cultural íntimo. Y esto gracias a la participación de los artistas en los recorridos ó el simple hecho de que los mismos fundadores del proyecto estén ahí (Mateo y yo).
¿Cuáles son los mayores retos a los que te haz enfrentado como gestora de un proyecto cultural?
Pues este año el mayor reto, por fechas, de cierta manera fue que “competimos” con las grandes ferias y galerías. Hay demasiadas opciones en la semana del arte y tienes que lograr que la gente esté lo suficientemente interesada para ir. Tienes que cuidar la curaduría pero también generar contenido para redes y eventos nuevos que llamen la atención.
El medio editorial está en crisis y hay una saturación de información en línea, sin embrago, uno de los proyectos que acabas de incursionar es una revista de arte y cultura «Many Realities». ¿Cuál fue le motivo por el cuál decidiste hacer este proyecto cuándo hay muchas revistas de arte en México que están cerrando?
La verdad es que cuando se mete una idea a la cabeza es para preocuparse. Y afortunadamente Ana y Pilar (las co-fundadoras) creyeron en esta loca idea y estamos generando tiempo extra todos los días para verla desarrollarse. La revista nace aquí y en Paris, definitivamente será un gran reto, pero estamos aquí para que suceda. Y creo que si pensara en “esto ya se hizo antes” ó las dificultades que me encontraré no acabaría haciendo ningún proyecto.
Quiero ver una revista que muestre las diferentes realidades del mundo del arte; desde la cabeza de un artista salido de la universidad hasta la de un gran coleccionista o galerista, que tenga la opción de comprar la obra de los artistas cuyas piezas te muevan, y a la vez tenga artículos de talento mexicano y extranjero.
Hay una efervescencia en la escena artística mexicana. Siendo artista y gestora cultural, ¿cómo percibes el panorama cultural de México?
Creo que el área cultural-artística en México es cada vez más sólida, aunque necesita seguir innovando y evolucionando. Por eso me entusiasma conocer a artistas y creativos que van un paso más allá. Me emocionan ver las posibilidades y oportunidades que hay por eso no me dejo de sorprender… Veo a México aprendiendo y utilizando su cultura como inspiración, veo a artistas representar problemáticas sociales, veo a gente con hambre y mucho, pero con mucho talento.
Tus ilustraciones son extremadamente minuciosas, ¿qué técnica utilizas y cuánto tiempo tardas en terminar una obra?
Las piezas de cactáceas son con estilófrago de .005 y depende del tamaño de la pieza, pero la más grande que he hecho media 1.20m X 1.20m y a pesar de que la trabajaba diario por 8 horas, me tardé dos meses en terminarla.
¿En que estás trabajando ahora?
Ahorita estoy experimentando por primera vez con óleo, ha sido bastante divertido, esperemos salga algo interesante. Estoy trabajando en el cambio de imagen de Casa Pixan, construyendo la página web de Many Realities mientras publicamos en el IG y en los primeros pasos de una marca.
¿Qué podemos esperar de Carri Fernanda en el futuro?
No lo sé, pero probablemente en otro reto. Al menos eso espero.