Por Sheilla Cohen.
Aki Aora es una residencia con programas de investigación artística que se lleva acabo anualmente en Tulum desde hace tres años. Tienen la finalidad de promover el diálogo y la reflexión sobre cuestiones sociales, políticas y medioambientales de relevancia a nivel global.
Los artistas seleccionados para estas residencias son invitados a explorar la región de Quintana Roo por varias semanas con el objeto de desarrollar proyectos de arte público. Estos proponen algún tipo de colaboración y participación entre las industrias locales, las comunidades y sus trabajadores para generar un intercambio cultural. Decidimos entrevistar a la fundadora Sally Montes para que nos cuente sobre este programa artístico anual y su más reciente edición “Aka Ya”.
¿En qué consiste Aki Aora?
Aki Aora deriva de las palabras “aquí” y “ahora”. Somos una plataforma para el diálogo cultural y la reflexión sobre eventos mundiales que suceden en la actualidad, y al mismo tiempo, un programa de investigación anual para artistas emergentes, concebido en Tulum, México. El compromiso con la comunidad local es vital para la residencia.
¿Crees que necesitamos estar más presentes en una época tan ajetreada como la que vivimos hoy en día?
Tulum es una especie de paraíso, precisamente por ese motivo, las personas se sienten atraídas por el paisaje y también por el concepto de bienestar y renacimiento. A pesar de que supuestamente esta es la mentalidad de quienes vienen aquí, las plataformas de redes sociales nos distraen del momento presente. El performance es una manifestación artística que no se puede reproducir en las redes sociales, se trata de la experiencia de estar presente y la espontaneidad del entorno que puede afectarlo.
¿Cuál es el concepto detrás de la última edición?
Para nuestra tercera edición, invitamos a los artistas a que incorporaran tácticas de guerrilla en su práctica, así como el concepto de “antropoceno” para responder a la reciente expansión de la violencia que viene lenta e invisible con la promesa de crecimiento económico, progreso y el estado de bienestar implícito dentro de palabras de moda y términos como ‘eco-chic’ aunque irrumpen igualmente en la biodiversidad de la región.
Nuestros artistas considerarán tales tácticas para dar voz a las preocupaciones locales, trabajando con colaboradores de la región y realizando investigaciones específicas del área para descifrar la poética y estética de la ruptura, con la finalidad de establecer una conversación con el público.
¿Qué significa el nombre de la tercera edición, Aka Ya?
«Aka” se deriva de la palabra española “acá” que significa «aquí» y “ya”, que también se puede utilizar para decir ¡ya basta! o ¡suficiente! En esta edición nos interesa cuestionar el desequilibrio sistémico que se ha manifestado en la región como un medio para comprender el impacto y los desafíos que enfrenta la comunidad que está cada vez más desplazada.
“Aka Ya” es una respuesta inmediata al “aquí y ahora”, el pro- ceso que ha implicado Aki Aora consistentemente, desde su primera edición en enero de 2017, como una residencia de artistas y programa de arte público.
¿Por qué elegir la guerrilla como una táctica de insurgencia para que el artista exprese las preocupaciones locales de la comunidad en los espacios públicos?
Las tácticas de guerrilla, en términos militares, han implicado a un pequeño grupo de insurgentes que a menudo han sido utilizados como estrategias de contra resistencia para infiltrarse en el sistema, con poca tecnología.
Nuestros artistas considerarán tales tácticas para dar voz a las preocupaciones locales, trabajando con colaboradores locales e investigaciones específicas del sitio para descifrar la poética y la estética de la interrupción e incluir y alentar la conversación entre el público.
Debido a la naturaleza de estos temas, el programa de residencia se desarrolló en el espacio público. En esta edición, nuestros artistas activaron: la arena deportiva local, la expo-feria, el centro cultural comunitario, el mercado local, las calles alrededor del municipio y los utilizaron como un foro abierto para responder a estos problemas en espacios donde todos tienen acceso.
Estos espacios tienen funciones evidentes en la vida cotidiana de los locales, por eso, invitamos a los artistas a repensar el uso de este espacio e invitar a la colaboración y la interacción. Fue muy emocionante ver, en esta edición, cómo los artistas mexicanos trabajaron y emplearon su tiempo en la residencia para aprender de las especificidades del contexto local de Tulum y mantener de manera continua esta conversación con los residentes de la región.
¿Por qué crees que es importante fomentar el intercambio cultural con personas del área local?
Tulum tiene zonas muy separadas, áreas para turistas con residentes locales que trabajan en la industria de servicios y áreas donde los residentes viven y tienen tiendas en la ciudad (principalmente venta de productos para esa misma industria). El espacio público es accesible para todos.
Queremos que nuestra audiencia sea inclusiva y no continúe la tendencia a excluir, como ocurre con el incremento en la privatización de la playa donde los residentes ni siquiera pueden acceder a ella a menos que estén hospedados en alguno de los hoteles.
¿Cuáles son los criterios para seleccionar a los artistas que participan en cada edición?
Por lo general, seleccionamos a los artistas según el tema al que nos gustaría que respondan. Este año, por ejemplo, seleccionamos a los artistas en función de sus preocupaciones con temas relevantes que ya están presentes en su trabajo.
En las últimas dos ediciones, Aki Aora ha recibido a 18 artistas, músicos y oradores invitados que han trabajado con varias comunidades locales, incluida la estación de radio en idioma maya, Radio Candela, así como con policías locales, actores aficionados, artistas, músicos y miembros de la industria de servicios turísticos, como guías turísticos.
¿Los artistas que participan trabajan en conjunto o cada uno trabaja individualmente en su propio proyecto?
Este año, tenemos colectivos que trabajan en parejas como Fallen Fruit, tres miembros de Invasorix, Wendy y Josue. Se anima a los artistas a hacer sus propios proyectos, pero durante las ediciones anteriores ha habido un espíritu colectivo maravillosamente generoso con todos ayudando a contribuir a las obras de otros.
Por ejemplo: Taus Makhacheva fue la voz en off de la pieza de Ahmet, Invasorix y algunos de los trabajadores locales fueron parte de la actuación en vivo de Rogelio Sosa.
Las circunstancias de la residencia alientan a que las personas no solo intercambien ideas, sino también a colaborar de manera creativa. En ediciones anteriores, algunos artistas han mostrado aspectos de su trabajo a los demás artistas para obtener retroalimentación antes de producir sus proyectos públicos finales.
A los artistas les gusta ayudarse unos a los otros, el medio ambiente es un espacio seguro para la experimentación, la colaboración y la convivencia; después de vivir juntos se convierten en una gran familia.
¿Por qué elegir un medio tan efímero como el performance para interactuar con el público a pesar de que muchas personas no podrán experimentarlo?
Aki Aora trata de responder al presente, es importante que gran parte del trabajo refleje esto. Queremos que los proyectos incluyan a quien esté aquí en el momento, respondiendo al contexto del presente y el performance tiene esta capacidad.
En términos del público internacional y las personas que no tienen la posibilidad de experimentar físicamente, como en años anteriores, estos proyectos e interacciones públicas estarán accesibles a través de la documentación, pues todo el trabajo quedará registrado como una herramienta que servirá como un archivo histórico de las actuales complejidades sociales, ambientales y políticas del área para el público local e internacional.