La obra del artista regiomontano se caracteriza por construir proyectos multidisciplinarios en donde procesos pictóricos se mezclan con estrategias de gestión cultural para producir momentos y dispositivos que nos permiten dialogar sobre las imágenes que nos rodean; pinturas que no son pinturas, textos performáticos, libreros, esculturas, maratones de entrevistas, frases que se abstraen para convertirse en murales de bolsillo o unas bancas que permiten llevar acabo una jornada de análisis y diálogo compartido.