La empresa familiar, fundada en 1951 por Noe Suro Olivares, originalmente era un taller ubicado en Tlaquepaque, Jalisco, México. Posteriormente, se expandió a medida que las demandas de clientes como arquitectos, artistas, chefs y diseñadores de interiores les solicitaron su fabricación artesanal de cerámica para diversos productos decorativos con la más alta calidad y entregados a cualquier parte del mundo.