Por Sheilla Cohen.
La obra de José Dávila se caracteriza por crear sistemas estructurales de dependencia, esculturas monumentales compuestas por materiales industriales pesados como rocas, contenedores, vigas de acero, algunas veces sostenidos por cadenas, cuerdas, cables o una simple polea para desde el techo en contraposición con objetos livianos como una manzana de bronce o un globo suspendidos en el aire como si fuera una balanza de pesos buscando asegurar un cierto grado de equilibrio y permanencia.
Esta secuencia de obras genera un ritmo tangible que sugiere la prevalencia de cierto orden que reconfiguran la experiencia espacial del espectador al reflejar esa contraposición y tensión que existen entre los objetos que afecta directamente el desplazamiento de los visitantes, al mismo tiempo que dialoga con la disposición arquitectónica del espacio, modificando las dinámicas que normalmente surgirían en una galería.
Esta exposición en particular no solo es de cierto modo una réplica del ecosistema matérico y relación que se ha gestado en el estudio de José Dávila a lo largo de su amplia trayectoria, sino que además, la obra central de la exhibición recrea una de las primeras obras del artista jalisciense.
Una hoguera que es encendida intermitentemente rodeada por madera acumulada que espera ser utilizada a manera de combustible. El fuego es un símbolo autosuficiente que hace referencia al origen y a lo primitivo, una energía potencia dora que puede reconfigurar la realidad de las cosas y en ocasiones develar dinámicas internas de los objetos que permanecían ocultas.
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El primer fuego
By Sheilla Cohen.
José Dávila’s (Guadalajara, 1974) works is characterized for monumental sculptures composed by heavy industrial materials such as rocks, containers, steel beams, sometimes supported by chains, ropes, cables or a simple pulley, which are fixed to the ceiling in contrast with the lightness of objects such as a bronze apple or a balloon suspended in the air as if it was a weight scale seeking to ensure a certain degree of balance and permanence.
This sequence of works generates a tangible rhythm that suggests the prevalence of a certain order that reconfigures the spectator’s spatial experience by reflecting that contrast and tension that exists between the objects which directly affects the movement of visitors. The trajectories between objects reconfigure the spatial experience of the gallery, dialoguing with its architectural disposition, modifying and dislocating the displacement dynamics that take place there.
El primer fuego is an exhibition that replicates the material and relational ecosystem that has emerged at Jose Dávila’s studio throughout several years of constant and continuous production. The central piece within the exhibition represents a return to an early work by Dávila which was exhibited in 1999 at the Museo de las Artes de Guadalajara.
The recreation of this work involves a small bonfire which is lighted intermittently inside the gallery space, the fire is surrounded by piles of logs witnessing the ignition process and awaiting as potential fuel. Dávila’s minimal gesture presents fire as an autonomous symbol, that refers to the origin and the primitive, this sort of raw energy is able to reconfigure the reality of things and unveil the internal dynamics that are concealed within objects.
El primer fuego
Travesía Cuatro
01.02.20 – 18-04.20
D. Avenida la Paz 2207. Guadalajara, Jalisco.
H. Martes a Sábado