Una enigmática exposición que invita a la contemplación e introspección de nuestro ser interno.

Por Sheilla Cohen.

Desde sus orígenes el arte ha estado relacionado con la espiritualidad por su capacidad de invitar al espectador a entrar a un estadio de contemplación, cuasi-religioso, que inevitablemente nos conduce a la reflexión de nuestra condición humana.

El cuerpo de obra de Sofía Cruz Rocha (Ciudad de México, 1989) se ha caracterizado por el misticismo de un lenguaje estético construido por una mezcla de medios como la pintura, la escultura y la instalación, que elige de acuerdo al que sea más apropiado para materializar sus ideas.

“Lo que entiendo, “lo siento”, lo que siento, lo hago” y lo que hago “soy”. Del “yo soy” nace mi obra”.

En ese sentido, su trabajo solo es el resultado de un largo proceso de introspección y auto-descubrimiento, cuyas obras y materiales únicamente son los vehículos que emplea para manifestar y poder trasmitir sus conocimientos e intereses espirituales que provienen de su investigación de la Metafísica, la Filosofía Hermética, el Kabbalah y de su experiencia propia de la transformación de la conciencia del ser.

Sofía Cruz Rocha, ALEPH, MEM, SHIN, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero

La reciente exposición «EL MISTERIO DEL NÚMERO 3», de la joven artista mexicana radicada desde hace unos años en Viena, Austria en la Galería Enrique Guerrero, no solo aborda esa inquietud por descifrar el significado oculto que hay detrás de las palabras y los números, sino también, es una invitación para que el espectador emprenda un viaje hacia el interior del ser para indagar en la profundidad de nuestra conciencia, y así poder encontrar las respuestas del origen de la existencia y el lugar que ocupamos en el mundo que habitamos.

Sofía Cruz Rocha, MEDITACIÓN, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Por esto mismo, las esculturas que visten las salas de esta galería tienen el rostro cubierto de un espejo en el que se proyecta el reflejo del espectador con la finalidad de que no nos dejemos distraer por estar mirando al exterior, sino, que en vez de ver aquello que nos rodea, volquemos nuestra mirada hacia el interior, porque solo a través de la observación de nuestra conciencia podremos conocernos mejor a nosotros mismos, y por consiguiente, comprender a los demás. Entrevisté a la artista mexicana para que nos descifre el enigma detrás de esta exposición.

La espiritualidad en el arte ha estado presente desde el origen de la humanidad. En ese sentido, tu obra invita a la contemplación e introspección de nuestro ser interno. ¿Cuáles son los artistas, escritores y filósofos que han influido en tu obra?

Sofía Cruz Rocha, El Misterio de los Tres, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Mis primeras influencias fueron la pintura de Francis Bacon y la obra de David Lynch, entre otras. A partir de mi descubrimiento del mundo místico con el filósofo Piotr Ouspensky en particular con su publicación “Psicología de la posible evolución del hombre”, me dediqué durante los próximos años al estudio de textos gnósticos, cabalísticos, teosóficos, místicos, herméticos etc de E. Blavatsky, A. Crowley y Albert Golzan entre otros. El místico y artista austriaco Elias Rubenstein es una de mis influencias actuales.

¿Consideras que el arte tiene una función espiritual? De ser así, ¿por qué y cómo saber cuándo saber cuando estas viviendo una experiencia espiritual a través del arte?

Considero que todo arte que tiene la intención de elevar el pensamiento, sentimiento o acción del espectador aplica una función espiritual. El recibir una experiencia espiritual a través del arte, depende del espectador. Un perro interpreta a un árbol de manera muy distinta que un agrónomo. De igual manera cada persona, de acuerdo a su conciencia actual interpreta y consume la obra.

Sofía Cruz Rocha, MEDITACIÓN, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Recuerdas, ¿en qué momento y qué suceso fue lo que te hizo que tuvieras un despertar espiritual? Y si fue eso lo que te motivo a quererte convertir en artista?

Sí, recuerdo exactamente el momento en el que desperté. Estaba en Viena en diciembre de 2012 sola en un cuarto del departamento que rentaba. Llevaba varias semanas profundamente triste por un “dolor de amor no correspondido”. Especialmente la noche anterior había llorado por horas con una tristeza tan profunda inconsolable que nunca había sentido en mi vida… Por fin concilié el sueño, y al día siguiente, cuando me levanté me desperté con una sensación clara y contundente en mi ser de que había vivido todos los días anteriores de mi vida a ese día –dormida– como en un “ensueño”, y en ese momento por fin había recobrado la conciencia de ser, –había despertado– del sueño.

Un cabalista contó que el despertar espiritual o –el camino hacia la luz– puede entenderse como cuando te echas un clavando en una alberca: solo “tocando el fondo o piso” es como te puedes impulsar con fuerza para ir hacia arriba donde te espera la luz y el oxígeno. Es por eso que muchas personas comienzan a despertar cuando han vivido experiencias muy dolorosas en su vida.  Desde muchos años atrás había decidido ser artista, lo que le encontró sentido a mi práctica artística fue el despertar de la conciencia.

La investigación teórica de la Alquimia y la Filosofía Hermética y la experiencia propia de la transformación en tu conciencia son las bases de tu práctica artística. En ese sentido, ¿en qué te inspiras para concebir tus obras?

Sofía Cruz Rocha, TRES, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Me inspiro en las propias experiencias que tengo en mi proceso del despertar de la conciencia, materializándolas a través de la intuición y meditación.

El arte no solo es un medio de manifestar la expresión y condición humana, sino, también puede ser una experiencia metafísica que te permite trascender el plano terrenal. ¿Si tuvieras que definir qué es el arte en una frase cómo lo harías?

El Arte consciente es la manifestación en el plano físico de una idea que en su fuerza y tipo de acción logra elevar la condición humana desde un contexto artístico determinado.

Sofía Cruz Rocha, Como adentro es afuera, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Tu lenguaje estético varia de la pintura, la instalación y la escultura, escoges el medio más apropiado para materializar tus ideas. En ese sentido, ¿si el medio solo es un vehículo y no el fin, ¿cuál es el propósito de tu quehacer artístico?

El propósito de mi quehacer artístico es expandir la luz, a través de las consecuencias que mi obra genera en las mentes, corazones y acciones de las personas.

Sofía Cruz Rocha, Sol Interno Azul, Violeta y Rosa, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Dices; “que tu trabajo nace a partir de la experiencia de la transformación de tu conciencia de ser…. Del yo soy nace tu obra.” ¿Quién es Sofía Cruz Rocha y qué has descubierto en este largo proceso de auto-descubrimiento e indagación del ser? 

He descubierto que el Yo soy, es uno. Que en esta encarnación he decidido ser artista, pero que en otras he decidido ser otras cosas, tener otros nombres, otras identidades pero que a pesar de todo sigo siendo Yo. Estamos ante un gran teatro donde venimos a aprender a través de experiencias.

El contenido de tu discurso el producir y promover el conocimiento espiritual. ¿Por qué es tan importante provocar el despertar de la conciencia y el espíritu en los espectadores que se enfrentan a tu obra?

Sofía Cruz Rocha, El misterio de los tres, 2019.
Guadalajara 90210, Ciudad de México.
Foto: Cortesía de la artista.

Pensamos que al no estar “encarcelados” físicamente, somos libres; pero cuando se experimenta continuamente la duda, el miedo, la tristeza, el odio, la flojera, el egoísmo, la angustia, la apatía etc. Nos damos cuenta de que vivir de esa manera es como estar encarcelados mentalmente todos los días. El despertar de la conciencia te libera de esa cárcel, y es cuando naces a la verdadera vida. Es un regalo tan grande que al recibirlo, de manera natural le deseas a las personas que amas y al mundo que reciban la misma liberación, y dedicas tu vida a ello. Cada quien sigue su propio curso y el momento de despertar para cada quien es distinto.

Tu exposición más reciente el la Galería Enrique Guerrero, se titula “El misterio de los tres” ¿Cuál es el enigma que esconde este número?

Un misterio relacionado con el despertar de la conciencia que solo se descubre en el propio proceso práctico de este.

Sofía Cruz Rocha, El misterio de los tres, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

La premisa de Descartes “Pienso, luego existo” fragmentó al ser humano en cuerpo y mente. Sin embargo, tú afirmas que la dualidad está muerta porque existen tres planos en todo ser humano: mente, cuerpo, alma y/o espíritu como también los hay en el universo: material, mental y espiritual ¿Cómo le hacemos romper con esa dicotomía que aparentemente existe en todos los elementos que componen el universo y dejamos de ver la vida en extremos?

Hay que hacer de la imaginación razón, y de la razón imaginación. De la ciencia un arte, y del arte una ciencia. Al unir los opuestos se forma una trinidad, con la que nace el espíritu. 

En la exposición hay una esculturas de impresión en 3D con tres letras del vocabulario hebreo Aleph, Mem y Shin. ¿Qué significado tienen esta trilogía de palabras?

Sofía Cruz Rocha, ALEPH, MEM, SHIN, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Son letras cada una y su significado está relacionado con el despertar de la conciencia, que solo se descubre en el propio proceso práctico de este. A través de esta trilogía no solo es posible alcanzar la iluminación de la conciencia, sino que además, representan el origen del universo.

Desde cuándo te interesaste en la Kabbalah y en la Numerología, en el significado oculto que hay detrás de las letras y los números? Y que has encontrado hasta ahora en el estudio y la investigación de estas prácticas místicas?

Me interesé desde unos meses después de aquel día que “desperté” en Viena en 2012. Lo que he encontrado con el estudio y práctica de ello es vivir un proceso del abrazo con la sabiduría, la certeza, la fe, el amor,  la elevación, el poder, la expansión y la humildad, entre otras cosas.

Los rostros de las esculturas están cubiertos por un espejo en el que el espectador se verá inevitablemente reflejado, más que una proyección superficial del físico, lo que buscas a través de estos reflejos promover la contemplación e introspección de uno mismo, volcar la mirada hacia el interior no es así?

Sofía Cruz Rocha, Meditación, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Exactamente, por eso es que los materiales reflejantes son constantes en mi obra. Tu reflejo forma parte de todas estas piezas. Nosotros somos energía, somos espiritualidad y eso se transforma en luz. Nuestra energía puede estar apagada o necesitamos mirar el paisaje interno de nuestra existencia para volver a estar llenos de energía y luz y esto significa una búsqueda como la que yo propongo con mis piezas.

La penúltima sala hay una instalación que se titula “como es adentro es afuera” igual que el principio de la correspondencia  de la Filosofía Hermética. En la que se encuentra una escultura de una figura humano cuyo rostro también está cubierto de un espejo que mira directamente a una frase que está escrita en el muro que dice: “Todas las limitaciones del mundo físico provienen de las limitaciones del mundo mental” En ese sentido, ¿la realidad es un reflejo de nuestro mundo mental interno?

Sofía Cruz Rocha, Como es afuera es adentro, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Efectivamente es como un objeto con su sombra. Por eso lo que irradiamos, tenemos de vuelta. Todos los sucesos que vivimos son de acuerdo a las emociones que irradiamos. El estudio del macrocosmos -el universo- a través de las Ciencias Herméticas está unificado directamente con en el estudio del microcosmos -el interior de uno mismo-.  Todo lo que está dentro, está afuera. Por eso es que al sentir emociones negativas como odio, rencor o tristeza tenemos de vuelta experiencias que “encajan” con esas emociones. Cultivar emociones positivas hacia uno mismo y los demás, como agradecimiento, perdón, amor, respeto o dedicación, nos generan experiencias de la misma índole en nuestras vidas.

¿Hay que cambiar primero uno mismo para ser capaces de hacer un cambio en el mundo? Uno de los medios que propones para hacerlo es la meditación y la contemplación. ¿Cuál ha sido tu experiencia personal con la meditación y cómo has notado que ha cambiado tu vida y tu práctica artística con esa transformación en tu conciencia?

Sofía Cruz Rocha, Como es adentro es afuera, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Mi vida ha cambiado completamente desde entonces, a tal grado que puedo decir que soy una persona nueva.  El nuevo estado de conciencia generó que obra se transformara completamente en un sentido estético y discursivo. El proyecto que hice en 2013-2014 con el FONCA de transformar la casa de mis padres en una instalación transitable en la ciudad de México fue la primer obra que realicé desde mi despertar.

Dicho esto, ¿de qué forma puede el arte contribuir a generar un cambio o un despertar espiritual en la sociedad?

Todas las acciones que cada persona ejerce tienen consecuencias o efectos en el mundo.

Recientemente presentaste “Time Machine” en Salón ACME 7, una instalación compuesta por tres puertas, cada una aludiendo a un tiempo pasado, presente y futuro. ¿Qué simbolizan estos portales del tiempo, es posible viajar del pasado y al futuro desde el presente?

Sofía Cruz Rocha, Time Machine, Salón ACME 7, 2019.

Los espejos simbolizan la introspección a uno mismo. Las puertas existen pero no son físicas, sino internas. Todas las experiencias que vivimos quedan guardadas en forma de emociones, esas emociones afectan nuestro presente y futuro. Si somos capaces de transformar las emociones con las que reaccionamos a experiencias del pasado, es entonces posible modificar nuestro presente y futuro.

Sofía Cruz Rocha, Como es adentro es afuera, 2019.
Foto: Cortesía de la artista y de la Galería Enrique Guerrero.

Desde tu punto de vista, el tiempo no solo es una construcción social, sino  también, una ilusión mental porque lo único que existe es el tiempo presente. Sin embargo, vivimos ausentes porque constantemente estamos viajando entre dos estadios de temporalidades que no existen: la nostalgia del pasado y la angustia ante la incertidumbre del porvenir. ¿Cómo hacerle para vivir en el aquí y en el ahora, para estar conscientes del momento presente?

Todo empieza por el deseo, el deseo es el que te mueve a salir de un estado a otro. Una vez teniendo el deseo de vivir en el presente latente en el corazón, se sigue con fuerza a través del esfuerzo y la voluntad. Es entonces cuando a la persona le aparecen las personas, los medios y escenarios necesarios para lograrlo. 

Sofía Cruz Rocha

EL MISTERIO DEL NÚMERO 3

27.06.19 – 03.08.19

Galería Enrique Guerrero

D. Calle Gral. Juan Cano 103, San Miguel Chapultepec I Sección. 

T. 5280 5183

P. www.galeriaenriqueguerrero.com